Para comenzar este blog y hablar de psicología me ha parecido muy interesante empezar por el principio…sentar las bases para saber de qué estamos hablando… ¿Qué es un psicólogo?
Aunque es una palabra que está en boca de mucha gente, poca gente conoce realmente cuál es el trabajo del psicólogo. Sabemos a qué se dedica un dermatólogo, un ginecólogo, un traumatólogo…ya que al médico especialista vamos muchas veces en la vida para tratar una erupción en la piel, una revisión anual rutinaria, un dolor en la rodilla…pero, ¿a qué se dedica el psicólogo? Una de las muchas definiciones de lo que es un psicólogo es la siguiente: “es un científico de la conducta humana, un experto en el cambio del comportamiento, que enseña recursos psicológicos a las personas para solucionar los problemas de la vida cotidiana, para así facilitar su adaptación al contexto en el que viven y sentirse bien a corto, medio y largo plazo”.
Entonces, ¿En qué puede ayudarme?
Bien, si enseñamos recursos psicológicos, ¿qué es lo psicológico entonces? “Lo psicológico” es la forma en la que las personas aprendemos a relacionarnos con el mundo que nos rodea, a interpretar nuestras experiencias y a organizarlas emitiendo comportamientos para adaptarnos a las circunstancias vitales en las que nos toca vivir”, podríamos entender a raíz de esta definición como “problema psicológico” aquellos en donde la relación existente entre la persona y su entorno crea insatisfacción y/ o perjuicios a ella misma o a los que le rodean. Teniendo en cuenta esto, un psicólogo puede ayudarnos en mucho más que las llamadas “enfermedades mentales” que a todos nos vienen a la mente cuando pensamos en un psicólogo, los problemas psicológicos son mucho más cotidianos y del día a día: una separación dolorosa, estrés en el trabajo, discusiones con la pareja que generan malestar, no encontrar una vía de comunicación con nuestro hijo adolescente…
El psicólogo, al igual que cualquier otro especialista de la salud, te realiza un diagnóstico y te recomienda un tratamiento individualizado, es decir, valora tu comportamiento en cualquier ámbito de tu vida en el que no te estés sintiendo bien, analiza en qué consiste el problema, por qué se origina y qué lo mantiene y te enseña herramientas para poder adaptarte a la situación que te toque vivir y facilitar que te sientas bien. Como dice el psicólogo Rafael Santandreu cuando sientes que sólo estas sobreviviendo a las olas, tragando agua y apenas saliendo a flote, la psicología te enseña herramientas para que te conviertas en ese windsurfista de “Le llaman Bodhi” que además de cabalgar sobre las olas puede llevar las gafas de sol puestas y no se despeina.
¿En qué se diferencia un psicólogo de un psiquiatra?
La principal diferencia es la formación universitaria de cada uno, su método al abordar el problema y el tratamiento. El psicólogo es experto en comportamiento humano, enseña al paciente a resolver sus dificultades dándole importancia a la relación entre los pensamientos, las emociones y los comportamientos y no puede recetar fármacos. El psiquiatra hace un abordaje médico puesto que su formación es en medicina dando importancia a los desajustes orgánicos que provocan los trastornos mentales, usando para ello la medicina y la farmacología. Como veis, para determinados trastornos es un trabajo complementario, el psicólogo enseña herramientas para reducir el malestar emocional y el psiquiatra en caso de medicación recomendada, acompaña con la prescripción del fármaco apropiado y su seguimiento.
Espero que esta pequeña aproximación al trabajo que realiza el psicólogo os haya podido ayudar a aclarar en qué consiste y en qué situaciones de la vida puedo solicitar orientación psicológica. En el próximo post hablaremos de cuáles son las fases de la terapia psicológica y cómo se trabaja con el paciente.